En el mundo actual, cada vez más personas se enfrentan a situaciones de estrés y ansiedad que afectan no solo su bienestar emocional, sino también su salud física. Uno de los principales desencadenantes de este fenómeno es la elevación de una hormona llamada cortisol en respuesta a estas tensiones, lo que puede tener un impacto significativo en varios aspectos de nuestro organismo. Estos efectos incluyen la desregulación de la glándula tiroides, la respuesta de las hormonas del hambre y la saciedad, la alteración del ciclo hormonal femenino, la acumulación de grasa, la disminución de la melatonina (causando insomnio), y la alteración de los neurotransmisores responsables de nuestras respuestas al estrés y las emociones.

Mantener una alimentación saludable durante estos períodos de estrés y ansiedad es fundamental para preservar tanto nuestra salud física como mental. ¿Por qué? Porque lo que comemos influye directamente en los receptores de neurotransmisores que se encuentran en nuestro intestino y que se comunican con los del cerebro, en lo que se conoce como el eje intestino-cerebro.

Aquí te ofrezco algunos consejos para mantener una alimentación equilibrada en tiempos de estrés y ansiedad:

1. Equilibra tu dieta: Asegúrate de incluir una variedad de alimentos naturales en tu alimentación diaria, como frutas, verduras, proteínas y grasas saludables. Esto garantiza que obtengas todos los nutrientes necesarios para mantener tu cuerpo funcionando óptimamente.

2. Controla las porciones: Evita el exceso de calorías al comer porciones moderadas. El exceso de comida puede empeorar el estrés emocional y afectar tus niveles de glucosa e insulina, así como la regulación de las hormonas relacionadas con el hambre y la saciedad.

3. Evita alimentos procesados: Limita el consumo de alimentos ricos en azúcares refinados, grasas saturadas y bebidas gaseosas, ya que pueden tener un impacto negativo en tu estado de ánimo y bienestar general.

4. Bebe suficiente agua: La deshidratación puede agravar la ansiedad, ya que a menudo se confunde con la sensación de hambre y puede causar dolores de cabeza. Mantente bien hidratado durante el día.

5. Planifica tus comidas: Organiza tus comidas y meriendas para evitar recurrir a opciones poco saludables cuando te sientas estresado. Si no tienes alimentos poco saludables a tu alcance, es menos probable que los consumas. Puedes obtener más información sobre la organización de alimentos y la preparación de lotes en este enlace.

6. Evita el exceso de cafeína y alcohol: Estas sustancias pueden aumentar la sensación de ansiedad. Limita su consumo o busca alternativas más saludables.

7. Come con atención plena: Practica el mindfulness al comer, prestando atención a las señales de hambre y saciedad. Esto te ayudará a evitar el consumo excesivo de alimentos debido al estrés o las emociones. Recuerda que las emociones deben sentirse y gestionarse de manera adecuada, no con comida.

8. Busca apoyo: Si la ansiedad y el estrés son abrumadores, considera hablar con un profesional de la salud mental para obtener orientación y apoyo adicional. Gestionar nuestras emociones de manera saludable es una señal de responsabilidad y bienestar.