¡Quién no ha sentido esos antojos irresistibles que exigen satisfacción inmediata y específica! ¿Ese «necesito algo dulce» o «anhelo un helado de X lugar»? A veces incluso nos decimos o pensamos: «NECESITO una soda o un café…»

Aunque la relación directa entre los antojos y las carencias nutricionales no está completamente comprobada, la verdad es que estos deseos están relacionados con aspectos más profundos:

Emociones: Las emociones no son buenas ni malas, son experiencias humanas. Algunos las reprimen, las enmascaran o las recompensan con pequeños placeres.

Etapas del ciclo menstrual y cambios hormonales: Durante ciertas fases, especialmente con la descarga hormonal, los antojos pueden intensificarse.

Sueño insuficiente.

Consumo de alcohol.

Carbohidratos en exceso: Más carbohidratos, más glucosa e insulina. Se desregulan hormonas como la leptina y la grelina, generando un círculo vicioso.

Deshidratación: ¿Sabías que los síntomas iniciales de deshidratación pueden confundirse con hambre?

¿Cómo luchar contra esos antojos y triunfar?

Domina tus emociones: Siéntelas, vívelas, pero no busques consuelo en la nevera o la tienda de la esquina.

Acompaña tu ciclo menstrual: Adapta tu alimentación a cada fase. Durante la premenstrual y menstrual, hidrátate y consume carbohidratos ricos en fibra y almidones resistentes, junto a alimentos que estimulan la serotonina.

Sueño reparador: De 6 a 8 horas por noche te darán energía y control sobre tus antojos.

Contén el alcohol: No más de 2 copas por semana para mantener hormonas y sueño en equilibrio.

Controla la cafeína: Si tomas café, hazlo entre 9 a. m. y 11 a. m. para no aumentar el deseo por dulces.

Nutre con equilibrio: Prioriza proteínas y grasas saludables en tu dieta. ¡Con esto, los antojos cederán!

Desayuno poderoso: Opta por huevos revueltos en aceite de oliva en lugar de cereales. Verás la diferencia.

Hidratación constante: No esperes a tener sed. ¡Mantén tu cuerpo hidratado!

No cedas ante tentaciones: Evita snacks poco saludables. Si no los tienes a mano, será más fácil resistir.

Actívate: ¡Mueve tu cuerpo! Aunque sean 15 minutos de caminata, valen la pena.

Recuerda: Distingue entre antojo y hambre real. Un antojo es específico y momentáneo, mientras que el hambre real es gradual y puede esperar.

La próxima vez, encara tus antojos y celebra una nutrición que te empodere. 

¡Tu bienestar merece la victoria!