Descubre el poder de la alimentación autoinmune
En la búsqueda constante de un estilo de vida más saludable, y de acompañar procesos de diagnóstico y tratamientos para pacientes autoinmunes , los protocolos de alimentación autoinmune han surgido como una opción con muchos beneficios para aquellos que buscan equilibrar su salud desde adentro hacia afuera, disminuir síntomas y eventualmente reducir con la aprobación de su medico el uso de fármacos . Si tienes o conoces a alguien con diagnóstico de enfermedades autoinmunes e inflamatorias como: artritis, espondilitis, lupus, fibromialgia, tiroiditis, colitis ulcerativa, crohn, etc … y estás considerando aventurarte en este viaje de transformación nutricional, aquí tienes una guía para comenzar, destacando qué comer y qué evitar.
¿Qué es la alimentación autoinmune?
La alimentación autoinmune se basa en la premisa de que ciertos alimentos pueden desencadenar respuestas inflamatorias en el cuerpo, contribuyendo a problemas de salud autoinmunes. Adoptar este enfoque implica eliminar temporalmente ciertos alimentos y priorizar aquellos que fomentan la salud intestinal y reducen la inflamación.
Alimentos que deberías incorporar:
Vegetales de hojas verdes: Abraza la diversidad de vegetales como espinacas, col rizada y acelgas. Estos son ricos en antioxidantes y nutrientes esenciales.
Pescado graso: Opta por opciones como salmón y trucha, que son ricos en ácidos grasos omega-3, conocidos por sus propiedades antiinflamatorias.
Frutas y bayas: Disfruta de frutas frescas y bayas, que proporcionan vitaminas, minerales y antioxidantes clave.
Aceites saludables: Incorpora aceites como el de oliva extra virgen y aguacate para obtener grasas saludables que respalden la salud cardiovascular.
Proteínas magras: Opta por proteínas magras como pollo, pavo o carne de res magra para satisfacer tus necesidades proteicas.
Alimentos a evitar:
Gluten: Elimina el gluten presente en trigo, cebada y centeno, ya que puede desencadenar respuestas autoinmunes.
Lácteos: Aléjate de productos lácteos que contienen caseína y lactosa, ya que pueden contribuir a la inflamación.
Azúcar añadida: Reduce o elimina el consumo de azúcar refinada, ya que puede aumentar la inflamación y afectar la salud general.
Solanáceas: Algunas verduras como tomates, pimientos y berenjenas contienen sustancias llamadas solanáceas /nocturninas o Nightshades, que podrían desencadenar respuestas inflamatorias en algunas personas.
Alimentos procesados: Evita los alimentos altamente procesados y los aceites vegetales refinados, ya que pueden contener ingredientes inflamatorios.
Consideraciones MUY importantes:
Consulta a un profesional de la salud: Antes de realizar cambios significativos en tu dieta, es crucial consultar a un profesional de la salud y/o experto en estos protocolos para obtener orientación personalizada.
Escucha a tu cuerpo: La alimentación autoinmune no tiene un enfoque único para todos. Presta atención a cómo responde tu cuerpo a diferentes alimentos y ajusta tu dieta en consecuencia.
Enfoque en el bienestar integral: Comprende que la alimentación autoinmune es parte de un enfoque holístico para el bienestar. Considera la gestión del estrés, la calidad del sueño y el ejercicio regular.
Embarcarte en la alimentación autoinmune puede ser un viaje desafiante pero gratificante hacia un bienestar integral.
¡Descubre el poder transformador de nutrir tu cuerpo de una manera que respalde tu salud a largo plazo!
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